26 abr 2013

Pablo de Tarso


San Pablo de Tarso es el “fundador del Cristianismo”.  Él nunca conoció a Jesús.  Su nacimiento tuvo lugar 70 años después.  De los 27 libros del Nuevo Testamento, 14 son atribuidos a San Pablo.  Él afirmaba que, en su viaje a Damasco, vio en una visión a Jesús hablándole en persona (Hechos 22:8).  San Pablo anuló la ley de Dios que había sido dada por Moisés y Jesús y abrió muchos caminos para atraer a muchos conversos.  Él creó “el pecado de Adán”, la Trinidad, el “único hijo engendrado”, etc.  Él se las arregló para reducir el mensaje de Jesús a meras “palabras” de “fe” sin acciones concretas (Romanos 3:28).  Él posteriormente afirmaba tener profecía, diciendo que recibía revelaciones de Jesús.
1.       San Pablo no creía que Jesús fuera Dios.  Él también dijo que Jesús es el siervo de Dios: “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús…”(Hechos 3:13).
2.      San Pablo directamente contradecía a Jesús.  San Pablo declaró que abolió esas leyes (de Jesús): “Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo maldición…” (Gálatas 3:10)
3.      Pablo sistemáticamente destruyó la ley de Jesús: Jesús fue un judío muy devoto.  Ningún judío podría nunca levantarle un dedo.  Jesús nunca comió cerdo, nunca violó el Sabbath (Sábado); el divorcio estaba prohibido excepto en caso de adulterio durante su vida, y él seguía la ley de Moisés al pie de la letra.  Sin embargo, Pablo legalizó muchas cosas, afirmando que eso era lo que Jesús pretendía.
4.      San Pablo quería silenciar a las mujeres y para ello se valió de la ley: “Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la ley.” (1 Corintios 14:34)
5.      Él decidió que las leyes de Moisés (por ejemplo: no matar, no robar,…etc.) las cuales Jesús había enseñado durante su vida, eran una “maldición” sobre ellos y que no eran necesarias nunca más, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición…” (Gálatas 3:13)
·                    Dios hizo un pacto con Abraham: “Este es mi pacto que guardaréis, entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado… así estará mi pacto en vuestra carne como pacto perpetuo.” (Génesis 17:10-13).  San Pablo prohibió este pacto: “…yo, Pablo, os digo que si os dejáis circuncidar, Cristo de nada os aprovechará.” (Gálatas 5:2).
·                    San Pablo dijo: “Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.” (Hebreos 9:22)
·                    17 años después de su conversión en seguidor de Jesús, San Pablo dijo: “…yo soy fariseo, hijo de fariseos…” (Hechos 23:6).  Él no dijo: “Yo era fariseo” en tiempo pasado.  Jesús dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!...” (Mateo 23:15)
·                    Los apóstoles de Jesús no aceptaron a San Pablo como profeta ni a sus enseñanzas y lo castigaron por enseñar cosas contrarias a la ley y la circuncisión.
·                    La circuncisión era considerada muy importante en la fe judía.  Jesús fue circuncidado al octavo día de nacer tal como era lo establecido en la fe judía.  Después de la partida de Jesús, San Pablo quería acabar con la circuncisión y enseñó a los no judíos: “…se me había encomendado el evangelio a los de la incircuncisión…” (Gálatas 2:7).  Él cambió a los apóstoles para exceptuar la circuncisión a los ya convertidos gentiles bajo la ley de Noahide, quien gobernó a los gentiles bajo la administración judía.
Es difícil entender ¿por qué Jesús, después de dejar la tierra, escogería a un hipócrita para negar todo lo que enseñó, en vez de revelar estas cosas a los apóstoles que vivieron con él y conocieron de cerca sus enseñanzas? 


Fuente:
Libro " Dawah Etiquette"
Autor:
Abdul Hye
Traducción del inglés al español:
Islam Para la Mujer Hispanohablante